Se trata de plantas epífitas y perennes, que crecen en su mayoría como plantas trepadoras. Hay unos 70 tipos distintos. Al vivir encima de los árboles, les resultaba imposible captar los nutrientes necesarios, así que pasaron a ser carnívoras.
A la hora de cuidar esta planta hay que saber que no tiene nada que ver con el resto de las plantas carnívoras.
¿Qué cantidad de luz necesita?
La nepenthes prefiere las condiciones de semisombra: necesita mucha luz, pero nunca directa. Es una de las especies más delicadas en este aspecto, ya que pueden quemarse rápidamente y morir.
¿Cómo debo regar la Nepenthes?
Como todas las plantas carnívoras, no soportan bien la cal, no tolera agua que no sea destilada o mineral, y sus hojas lo hacen notar rápidamente.
Necesita bastante agua: no se puede dejar que el sustrato llegue a secarse nunca, pero hay que evitar los encharcamientos. El método de riego por bandeja es el ideal para esta especie.
Es muy importante que en verano, se le proporcione toda la humedad que necesite: pulverizar agua fresca destilada sobre sus hojas a diario, para simular lo más estrictamente posible su hábitat natural.
¿A qué temperatura debe estar la Nephentes?
Necesita estar en un ambiente estable de 18º-22º y, sobre todo, con una humedad muy alta. Mantener una temperatura estable todo el año y pulverizar agua fresca sobre sus hojas cada día, es el ambiente ideal para recrearlo máximo posible su ambiente de origen.
¿Cómo debemos abonar la Nephentes?
Esta variedad de planta se convirtió a carnívora por supervivencia, su condición de epífita no le permitía conseguir todos los nutrientes necesarios para mantenerse, por lo que optó por añadirlos a su dieta de otra forma.
Hoy en día, no es necesario abonar ningún tipo de planta carnívora, ya que consiguen todos los nutrientes necesarios ingiriendo insectos o animales pequeños.
¿Qué sustrato es el más conveniente?
La nepenthes es una especie de plantas epífitas, lo que quiere decir que sus raíces no crecen en tierra. Sin embargo, no se puede crear este tipo de condición artificialmente y mantenerlo en el tiempo.
Lo mejor es un buen sustrato con un pH bastante bajo, que sirva de suelo. Se venden ya preparados o también puedes fabricarlo tu mismo: ⅔ partes de turba rubia humedecida con agua destilada, y ⅓ parte de corteza de pino, vermiculita, arena de río, perlita o arlita.
¿Cómo caza la Nepenthes?
En los extremos de sus grandes hojas podemos ver sus trampas, con forma de jarro alargado. De ellas, sale un dulce y delicioso néctar que atrae a todo insecto que pasa por allí.
La capucha está cubierta interiormente por unos diminutos pelitos que parecen inservibles, pero, una vez el insecto es atraído y entra en la trampa, esos pelitos jamás lo dejarán salir. La Nepenthes caza el 100% de las presas que se propone.
¿Qué problemas puede tener?
Es una planta muy delicada, y aunque no suele verse afectada por ningún tipo de enfermedad, si puede verse afectada por dos plagas: cochinilla y pulgones.
Pulgones
Suelen llegar a la vida de las plantas en primavera, por las altas temperaturas y por la falta de humedad.
Otras plantas carnívoras se comen algunos de estos insectos, aunque no resulte suficiente para solucionar el problema. Pero esta variedad no lo hace, no se defiende.
El mayor peligro de esta plaga, es la rapidez de su reproducción, lo que puede hacer que, de la noche a la mañana, encuentres a la planta consumida por estos insectos.
Cuando esto ocurra, elimina todas las partes afectadas con unas tijeras desinfectadas, y aplica un insecticida específico, diluido en agua.
Cochinilla
Esta plaga es más fácil de identificar, pero igualmente complicada y retorcida en su eliminación.
Puede llegar a debilitar la planta hasta la muerte en cuestión de días, y puede además producir hongos.
La cochinilla desarrolla una coraza bastante dura, imposible de penetrar con insecticida. Si a esto sumamos la delicadeza de la nepenthes, y lo mal que lleva el tratamiento con insecticidas comerciales, parece que la única solución es eliminarlas de la manera tradicional.
Hay que limpiar la planta delicadamente, con agua destilada templada y un jabón neutro, eliminando todos los insectos y después aplicando un insecticida sistémico diluido en agua.