Originaria de las selvas tropicales de Sumatra en Indonesia. Necesita condiciones altamente especiales, climas bastante cálidos con un nivel alto de precipitaciones.
Este olor nauseabundo a carne podrida es una de las características principales, de ahí conocida como la flor cadáver. Este aroma desagradable tiene como función principal atraer insectos polinizadores para que se encarguen del intercambio de polen necesario para su reproducción, atrae moscas que buscan cadáveres en los que depositar sus huevos de los que saldrán larvas saprófagas.
La otra característica que la hace tan especial a esta planta es el gran tamaño que llega a adquirir. La Amorhophallus titanum es capaz de llegar a medir 3 metros de altura si las condiciones son las ideales. Posee un tipo de tubérculo en la superficie del que brota un único tallo de hasta 1 metro de largo. Sólo tiene una hoja y un pedúnculo floral. Cuando se le puede ver florecer es todo un espectáculo digno de la naturaleza. Esto se debe a que la planta, de unos 40 años de vida que suele tener, tan solo florece entre 3 o 4 veces en todo ese tiempo. Como pueden apreciar, esto es algo fantástico y, verla florecer, es algo muy bonito.
Una vez que comienza a aparecer la inflorescencia, crece a un ritmo de 10 cm al día hasta alcanzar un promedio de 2,50 m de altura, aproximadamente 1 metro de diámetro y un peso de 75 kg. Después de esto, la flor sólo vive durante tres días. Esta inflorescencia está protegida por una bráctea de un tamaño descomunal. El color es verde por fuera y roja por dentro. La flor ya comienza a abrirse cuando haya madurado y dará una estructura bastante hermosa con forma de campana desde la base.
El espádice es de color amarillo pálido, con las flores femeninas —reducidas a un pistilo— en la zona inferior y las masculinas en la superior; el ápice de la misma está compuesto por flores estériles, llamadas ‘estaminoides’. Para que la planta no se autopolinice, las flores masculinas se abren un día después que las femeninas.
Esta planta es capaz de crecer en tierras bastante alborotadas como lo son los bosques. La flor se poliniza en estos lugares y se transforma en una baya amarilla o roja con forma de globo.
Entre sus colores nos encontramos el naranja, rojo o morado. A pesar de que tiene un tamaño bastante grande, la estructura es simple. No tiene raíces, hojas, brotes, ni le hace falta hacer la fotosíntesis. Tan solo vive de la energía que percibe del sol.
Aunque vengan de zonas tropicales, pueden soportar climas algo más templados, siempre y cuando se mantengan condiciones mínimas de humedad. Puede llegar a florecer tras sus 2 o 3 primeros años de vida. La flor tan sólo dura unos 3 días. Cuando ha pasado este tiempo, se vuelve de color amarillo hasta ir desvaneciéndose por completo y se desprende del bulbo.
Cuando la planta ya está muerta, el bulbo pasa por una etapa de hibernación para poder almacenar nutrientes y energía. Si la planta tiene la humedad que necesita y los cuidados adecuados, podrá brotar más bulbos nuevos con nuevas flores. Es importante que los bulbos estén protegidos del frío si queremos que vuelva a generar flores. Tampoco puede darle el sol directo o quemará su superficie.
Los mayores especímenes cultivados hasta el momento son los de los jardines botánicos de:
- Bonn (Alemania), mayo de 2003: 2,74 m;
- Wageningen (Holanda), 1932: 2,67 m;
- Bogor (Indonesia): 2,61 m;
- Bonn (Alemania), en 2000: 2,57 m (la misma planta que había dado la flor de 2,74 m);
- Nueva York (EE. UU.), 1937 : 2,57 m;
- Basilea, abril de 2011; 1,93 m;
- Berlín (Alemania), mayo de 2011; 1,99 m.
- Göttingen (Alemania), marzo de 2018; 1,99 m.