El 8 de marzo celebramos el DÃa de la Mujer, conmemorando la incansable lucha de muchas mujeres por equiparas sus derechos a los de los hombres y conseguir la igualdad completa en todos los ámbitos de la vida. Este dÃa hace especial referencia a los hechos que sucedieron el 25 de marzo de 1911 en una fábrica textil de Nueva York, donde perecieron más de 140 mujeres. Pero lo cierto es que la lucha comenzó mucho antes, concretamente en el año 1857.
Era una época en la que muchas mujeres empezaron a incorporarse por primera vez al mercado laboral, especialmente al sector textil, donde eran mayorÃa absoluta. La cuestión es que las largas jornadas que debÃan cumplir y los miserables salarios que recibÃan por ello hicieron que finalmente decidieran sublevarse y que salieran a reclamar sus derechos. Aunque la manifestación fue duramente reprimida por la policÃa, las mujeres no se rindieron y continuaron con la lucha.
En 1908 fueron más de 15.000 mujeres las que salieron por las calles de Nueva York al grito de «¡Pan y rosas!» para pedir los derechos que consideraban justos. Un sueldo igual que el de los hombres, una jornada laboral más corta y mejores condiciones en las fábricas.
Fue en el año 1910 cuando, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, Clara Zetkin propuso que el 8 de marzo de convitiera en el DÃa Internacional de la Mujer como homenaje a todas aquellas mujeres que habÃan comenzado la lucha feminista en contra de la explotación capitalista. Clara Zetkin fue dirigente del Partido Socialdemócrata alemán y organizadora de su sección femenina. Además, creó el periódico «La Igualdad»,que fue uno de los vehÃculos de epxresión más importantes de las mujeres socialistas en la época.
En el año 1917, mientras se celebraba este dÃa en Rusia, las obreras del sector textil también salieron a la calle para reivindicar, marcando el comienzo de la revolución más grande que se haya vivido a lo largo de todo el siglo XX y que darÃa lugar a la toma del poder por parte de la clase obrera el mes de octubre dle mismo año.
Ha llovido mucho desde entonces y hoy podemos decir que, aunque todavÃa queda mucho por hacer, el feminismo ha ido cobrando fuerza de manera progresiva en todo el mundo. En la actualidad ya no tiene ese carácter obrero con el que se inició hace más de un siglo, pero continúa siendo un dÃa dedicado a la lucha en la que se reclaman los derechos de la mujer en todos los ámbitos de la vida. No para ser más y mejores que los hombres, como muchos confunden, sino iguales.
Cada 8 de marzo, miles de mujeres salen a las calles de las ciudades de todo el mundo para reivindicar su papel en la sociedad, sus derechos y sus libertades, para luchar contra todas aquellas leyes que consideran injustas porque las discriminan o rechazan y que, por tanto, van en contra de la igualdad de géneros y oportunidades.
Lamentablemente es una lucha que, aunque está muy avanzada en los paÃses occidentales, todavÃa es incipiente en otros paÃses del mundo, donde ni siquiera se han conseguido derechos tan básicos como el acceso de la mujer a la educación, al trabajo a la cultura y a la polÃtica. PaÃses en los que las mujeres siguen luchando por participar en todos los sectores en condiciones de igualdad en los que su participación ha sido siempre muy escasa.
En nuestro paÃs, afortunadamente, el papel de la mujer ha ido cambiando y ésta ya no está recluÃa exclusivamente al ámbito doméstico, donde tradicionalmente se habÃa encargado de hacer todas las tareas del hogar y habÃa quedado subordinada al hombre. La mujer ha conseguido proyectar su papel hacia el exterior, fuera del ámbito familiar y realizar nuemerosas labores en escuelas, fábricas y organismos polÃticos y de la administración del Estado. Pudiendo formarse igual que el hombre para poder competir en las mismas condiciones. Además, la sociedad empieza a comprender que los derechos de la mujer son fundamentales y que sus cualidades intelectuales y afectivas enriquecen a la sociedad.
Pero no solamente es una lucha de un movimiento colectivo, sino que con muchas las mujeres que a tÃtulo individual cada dÃa continúan con su lucha. Mujeres que seguramente concoes y que admiras. En FloristerÃa Pétalos pensamos que la mejor forma de hacerles saber lo importantes que son para nosotros y decirles cuánto las admiramos y les agradecemos que sean como son es a través de un precioso envÃo de flores a domicilio.Entra en nuestro catálogo y encontrarás una variedad de arreglos para elegir.
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